Realización

«la iniciación revela la fuente de la vida misma, y esto es sólo el comienzo. La expansión de nuestra consciencia se completa cuando nuestro despertar se hace ilimitado y absoluto: cuando nuestro centro está en todas partes y nuestro ser en ninguna parte». (Iluminada, cuarta Iniciada.)

Si leemos un libro de aventuras nos absorbe tanto la lectura que nos identificamos con todo lo que leemos vamos imaginando los paisajes situaciones y personajes de los cuales habla el libro y nos sumergimos en ella nos identificamos con los sentimientos y las sensaciones que nos produce esta aventura; Incluso a veces reaccionamos con algún movimiento corporal y es como si la estuviéramos viviendo de verdad. Cuando dejamos de leer salimos de este ensimismamiento, desconexión con el mundo, y caemos en cuenta o hacemos consciencia de que estábamos completamente sumergidos en la aventura y sentíamos todas las emociones que la lectura nos hacía vivir. Lo mismo nos puede pasar al ver una película o al soñar y lo mismo nos ocurre cuando estamos tan metidos en el accionar de la vida que somos incapaces de hacer consciencia de lo que somos y nos identificamos completamente con nuestro cuerpo, acciones y sentimientos, sabemos que estamos viviendo la vida y no podemos intuir nuestra otra esencia, nuestro espíritu, que es permanente, eterno.

Una realización es una vivencia que nos da la certeza de lo realizado. Cuando en la meditación tenemos una realización al igual que cuando leemos un libro, vemos una película o soñamos, no sentimos el cuerpo, pero estamos haciendo consciencia del observador que testifica lo que nos está ocurriendo, este observador es el Ser, el Espíritu, Dios. En una realización siempre estamos sin pensamientos, emociones, sentimientos, o sensaciones, estamos en la neutralidad del Ser, la mente está ahí, pero silenciosa. Al volver a la realidad, despues de salir del ensimismamiento, es cuando hay un entendimiento de lo realizado, hay una expansión de conciencia.