
En mi caso, sentí la necesidad de un guía, de un Maestro, aun antes de entrar a meditar y por lo tanto antes de saber que era la meditación en Luz y Sonido, cuando en unas clases de yoga hacíamos al final una pequeña meditación y luego yo meditaba en la casa y me ocurrían cosas que no comprendía. Probablemente podríamos recorrer solos este camino hacia la Iluminación, pero difícilmente nos alcanzaría esta vida para lograrlo sin tener la guía de un Maestro que nos lleve de forma segura a darnos cuenta de ser uno con Dios, a realizar la Iluminación en esta vida. Está es la única vida que tiene la individualidad que es un cuerpo humano.
Todos en este mundo vamos evolucionando para llegar al conocimiento de quien somos. La meditación en luz y sonido es un hacer sin hacer, es sentarnos a meditar y para nosotros la meditación es una introspección, un alejarnos del mundo que nos entretiene con su movimiento, sus colores, su belleza y su tristeza y con todos los sentimientos que tenemos a nuestra disposición para entretenernos y no poder ver lo obvio y la introspección necesita fuerza de voluntad para lograrla. Este es un camino lleno de aventuras, senderos tortuosos que nos demoramos en pasar, otros senderos son llanos, tranquilos, llenos de luz y sonido, llenos de alegría y para poder recorrerlo como con cualquier otro aprendizaje, primero nos llevan a lo más sencillo y poco a poco vamos profundizando, volviéndonos hábiles en el arte de dejarnos ir en la meditación para alcanzar la meta. En este recorrido nos acompaña el Maestro espiritual Ishvara y su manifestación física, el Maestro. Mi Maestro es un ser que ha recibido la Iluminación y conoce el recorrido, los pasos a seguir, el sendero, y también nos acompaña la filosofía dada por el Maestro al grupo y en la cual nos apoyamos. He escuchado a algunos oradores decir: tienen que creerme porque me ha pasado, no obstante no pueden exponer claramente qué les ha pasado, no pueden indicar cuál es la forma de llegar a lo que llegaron, no pueden explicar los pasos que tenemos que dar para llegar a darnos cuenta de quienes somos, no pueden dejar en claro el camino que recorrieron, por lo tanto, no pueden guiarnos.
El Maestro debe ser una persona Iluminada que haya recorrido el camino para poder guiar a sus alumnos, él nos da acceso a la luz y al sonido y nosotros tenemos que trascender la luz y el sonido en nuestro recorrido hacía la Iluminación y lo hacemos haciéndonos uno con ellos, el Maestro interno nos va indicando el camino con las realizaciones, vivencias o caer en cuenta, que ocurren cuando estamos en la introspección.
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