
“La meditación comienza cuando el pensamiento está ausente» Mi Maestro
Hay muchas formas de meditar. Aprendemos una forma de meditar y cada quien poco a poco la va adaptando a como se sienta más cómodo. En la meditación en luz y sonido utilizamos un método que nos lleva a interiorizarnos y así poder tener las vivencias y las realizaciones con la luz y el sonido y a través de la Gracia ir paso a paso comprendiendo quienes somos. Aquí les hablaré sobre cómo meditar para interiorizarnos e ir más profundamente en la meditación propiciando que sintamos la presencia que no podemos explicar y que es la causa por la cual terminamos entendiendo que no hemos nacido y tampoco moriremos. Nuestro cuerpo muere a la forma y la materia que le da forma al cuerpo, nunca detiene su movimiento.
Lo primero que hacemos para meditar es sentarnos de la forma más cómoda posible sobre un cojín en el suelo o sentarnos en una silla, una poltrona, en la cama, etc. Cerciorándonos que la espalda esté recta. Puede estar apoyada en un cojín, o una almohada. Si al principio nos dormimos no importa con la práctica terminaremos por no dormirnos. Si nos sentamos en una silla o poltrona que los pies se apoyen bien en el suelo. El mejor sitio es un espacio donde no haya mucho ruido y que no esté muy iluminado para poder relajarnos más fácilmente.
Respiración abdominal. Es muy importante practicarla tan seguido como sea posible para hacerla natural en nosotros porque es como respiraremos en la meditación y terminamos respirando de esta forma en la vida diaria. Esta respiración mejora nuestra salud al captar más oxígeno para todo el cuerpo, masajea órganos internos, y estimula puntos de energía.
Para aprender a respirar abdominalmente nos ponemos una mano sobre el estómago y tomamos aire observando si nuestra mano se mueve hacia afuera y el estómago se infla, que es una indicación de que estamos llevando el aire a la parte baja del abdomen. Enseguida cuando soltamos el aire o exhalamos la mano se hunde junto con nuestro estómago. La idea es que esa mano se hunda en el cuerpo tanto como se pueda. Este ejercicio debe hacerse seguido hasta que aprendamos a respirar moviendo el abdomen y se haga natural respirar de esta forma. Al inhalar el estómago sale, al exhalar el estómago entra. Con esta respiración le estamos dando más espacio a los pulmones ya que al inhalar el aire entra a los pulmones empujando el diafragma hacia abajo a medida que se van llenando de aire y al exhalar el diafragma sube ayudando a sacar el aire de los pulmones. Al principio puede que nos cueste un poco de trabajo, pero poco a poco va siendo más fácil.
1. Para comenzar a meditar primero tomamos aire profundamente y lo botamos suavemente por la nariz, volvemos a tomar aire profundamente y nuevamente lo soltamos suavemente por la nariz, finalmente volvemos a tomar aire profundamente y lo soltamos fuerte por la boca. Esto es para indicarle al cuerpo que estamos preparándonos para meditar.
2. dejamos libre la respiración y nos concentramos en la relajación del cuerpo. Comenzamos a relajarnos diciendo mentalmente relajamos los dedos de los pies, relajamos los tobillos, las piernas, las rodillas, los muslos, la parte baja del vientre, los glúteos, la cintura, la espalda, el pecho, los antebrazos, codos, brazos, muñecas, dedos de las manos, relajamos todos los órganos internos, el cuello, comisura de los labios, labios, mejillas, base de la nariz, nariz, ojos, entrecejo, frente, sienes, cuero cabelludo, nuca, base de las orejas, las orejas. Está relajación la hacemos lentamente. ahora sentimos nuestro cuerpo cerciorándonos que todo él esté relajado y observamos cómo nos sentimos, si notamos que alguna parte está tensa la relajamos.
3. Seguimos con la respiración abdominal. La respiración abdominal nos ayuda a relajarnos más y a concentrarnos en nosotros. Si todavía no la dominan pueden respirar como lo hacen normalmente. Cuando tomamos el aire llevándolo a la parte baja del abdomen contenemos un momento la respiración y soltamos el aire suavemente, esto lo repetimos al menos por cinco minutos.
4. Continuamos con la pronunciación del mantra. Si tenemos o sabemos un mantra podemos comenzar a repetirlo. Si no lo tenemos podemos pronunciar OM el mantra universal, al pronunciarlo alargamos la sílaba OOOMMM, fijando nuestra atención en el centro de la frente, en el tercer ojo .
Todo lo anterior es para preparar el cuerpo y el objetivo de esta preparación es que los pensamientos se calmen y podamos interiorizarnos. Si se dan cuenta que están pensando mucho vuelvan a pronunciar el mantra o céntrense otra vez en la respiración.
Cuando hayan dominado los pasos para relajarse y ya tengan una rutina que les agrade pueden llevar la atención un poco más abajo de la mitad de la frente o lo que es lo mismo, al tercer ojo. No tratar de llevar la mirada al tercer ojo sino, la atención al tercer ojo, haciéndolo de esta forma los ojos se centran en un punto, y pueden concentrarse más fácilmente. Pueden comenzar a meditar por 10, 15, o 20 minutos etc. lo que resistan. Lo importante es comenzar a hacerlo y con la práctica se irá alargando el tiempo de meditación. Al principio seguramente van a tener pensamientos, sin embargo, comenzarán a darse cuenta que cada vez aparecerán más distanciados unos de otros. Es importante que aprendan a meditar sin guía en caso de no poder hacerlo en grupo.
Más adelante cuando sientan que ya meditan pueden llevar la punta de lengua por detrás de los dientes y el resto de lengua se acomoda en el hueco del paladar. Con la lengua recogen un poco de saliva, y la tragan, de esta forma la lengua se fijará más al paladar. Esta posición de la lengua sirve para que la energía que nos llegue se distribuya homogéneamente por el cuerpo a través del sistema nervioso.
Lo mejor para comenzar a meditar es entrar a un grupo de meditación en luz y sonido, para que los puedan guiar y darles la primera, segunda y tercera Iniciación, si al grupo que entren después de comenzar a meditar, ustedes no comienzan a tener experiencias y principalmente si después de la primera Iniciación no les ocurren sucesos que antes nunca los habían tenido y no han vivenciado en sus meditaciones la luz y el sonido, la persona que dirige el grupo posiblemente no es un Maestro Iluminado y por lo tanto no podrá darles el acceso a la luz y al sonido o ustedes no han logrado entrar profundo en la meditación.
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