{522} – 25-08-2023 La meditación de hoy ha sido la más profunda y especial de todas las meditaciones que he tenido en mi camino. Estaba, como en las últimas meditaciones, en el campo visual oscuro, diluida en este infinito y de pronto sentí un cambio que me alerto, y salí, sin salir, no salí de la concentración y noté que mi campo visual era negro profundo que brillaba iluminado por unos medios aros dorados que iluminaban todo el campo visual.
De todas las luces que he visto en la meditación, creo que esta es la más espectacular. De la única forma que puedo expresarlo, aun sabiendo que Dios es siempre consciente de sí mismo, es decir que Dios se apiado de ésta individualidad, y le mostro como era Dios siendo consciente de sí mismo. Cuando vi el campo visual negro brillante iluminado mi respiración cambio y comencé a respirar conscientemente. Me asuste un poco, pero esta sensación paso enseguida y me centre en la visión que tenía.
Ahora caigo en cuenta que varias veces he dicho que lo que estoy escribiendo es lo mejor y más espectacular que me ha pasado en la meditación. Yo venía pidiendo una señal, de que Dios está aquí, está en mí y esto pasaba por las dudas que tenía de si me había Iluminado o no, ya que oscilamos permanentemente, entre ser conscientes de la Iluminación y estar en la conciencia temporal, finita, hasta que por fin asentamos el estado de la Iluminación.